viernes, 5 de agosto de 2011

NUEVO OBISPO PARA LA DIOCESIS DE PEREIRA


El Santo Padre, Benedicto XVI, ha designado como nuevo Obispo para la Diócesis de Pereira al Exmo. Señor RIGOBERTO CORREDOR BERMÚDEZ, hasta ahora Obispo de Garzón.

Monseñor Rigoberto Corredor, oriundo del Corregimiento de Arabia (Pereira), fue nombrado Obispo Auxiliar de la Diócesis de Pereira cuando hacía parte de este mismo presbiterio. Posteriormente ejerció su ministerio episcopal en la Diócesis de Buenaventura y, en los últimos años, en la Diócesis de Garzón.

El nuevo Obispo de la Diócesis sucederá al Excmo. Señor Tulio Duque Gutiérrez, quien por diez años fue el pastor de esta porción de la Iglesia, dejando una gran huella de lo que es pastorear con alegría, disponibilidad y sencillez. Nuestra eterna gratitud a Monseñor Tulio, a quien, por haber cumplido la edad canónica, el Papa le ha aceptado la renuncia, para llegar a ser Obispo emérito de Pereira.

Para el próximo 1 de octubre está prevista la posesión canónica de Monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, a quien encomendamos desde ya en nuestra oración para que su pastoreo sea fructífero para el bien de todo el pueblo de Dios.

FALLECE MONSEÑOR CARLOS ARTURO ISAZA

Después de sufrir algunos quebrantos de salud, falleció en la ciudad de Pereira Monseñor CARLOS ARTURO ISAZA BOTERO, hasta ahora Vicario General de la Diócesis de Pereira.

Monseñor Isaza había nacido en Samaná el 2 de marzo de 1936 y ordenado sacerdote el 22 de noviembre de 1959. Prestó su servicio pastoral en varias parroquias de la Diócesis y en varios oficios encomendados, tales como profesor del Seminario Mayor, Ecónomo de la Diócesis y Vicario General.

El Administrador Apostólico y el Presbiterio de la Diócesis de Pereira expresan a su hermano sacerdote, Padre Duván Isaza Botero, y a sus demás hermanos, familiares y allegados, sentimientos de profundo pesar, a la vez que ofrecen oración por el eterno descanso del querido Monseñor Carlos Arturo.

Un saludo fraterno para su familia, allegados y hermanos de la Comunidad. Q.D.E.P.



lunes, 27 de junio de 2011

Taller de Lectura para Proclamadores y no proclamadores

EL Ministerio de Liturgia , invita a los miembros de las comunidades de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe a participar del Taller de Lectura y Proclamación que se estará dictando el sábado 9 de julio a partir de las 2:00 p.m. en el Salón Principal de la Parroquia.

"CUANDO ORAMOS HABLAMOS CON DIOS, PERO CUANDO LEEMOS ES DIOS QUIEN HABLA CON NOSOTROS"

sábado, 25 de junio de 2011

EL SIGNIFICADO DEL CORPUS CHRISTI



Tomado de: Sobrehistoria.com

El significado del Corpus Christi (traducción del latín: Cuerpo de Cristo), también conocido como Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo o como Corpus Domini ( equivalente a Cuerpo del Señor) se destina a celebrar la Eucaristía. La celebración se lleva a cabo el jueves que le sigue al octavo domingo después del Domingo de Resurrección.

Los orígenes de su celebración festiva se remontan hacia el siglo XIII, momento en que la monja agustiniana Juliana de Lieja comienza a realizar enérgicas peticiones para la celebración del Corpus Christi. Juliana de Lieja afirmaba que desde su juventud, Dios la habría instruido para que un día ella pudiera establecer la festividad del Cuerpo de Dios, solicitando entonces a numerosas personalidades de la iglesia, hasta llegar al Papa Urbano IV. Como en aquellos tiempos los obispos podían ordenar fiestas en sus diócesis el obispo Robert de Thorete ordenó la celebración del Corpus Christi en el año 1246 para que se celebrara cada año subsiguiente. Años después Robert de Thorete y la monja Juliana de Lieja murieron, pero la celebración siguió siendo festejada por los habitantes de diversas ciudades.

Hacia 1263 el Papa Urbano IV comienza a investigar los reclamos del llamado Milagro Eucarístico de Bolsena, en el cual una hostia consagrada comenzó a sangrar. Un año después el Papa publicó una bula (Transiturus Corpus Christi) en la que se realizó una fiesta en todo el rito latino. Desde aquel momento se comenzó a festejar el Corpus Christi de manera formal, cambiando las fechas según los países y regiones. Actualmente esta fiesta se manifiesta especialmente en España principalmente, como también así en países latinos como Republica Dominicana, Bolivia, Chile, Perú y Venezuela. También en otros países como Brasil, Croacia, Polonia, Austria, Alemania, Suiza y Portugal entre otros.

martes, 7 de junio de 2011

¿QUÉ ES LA FIESTA DE PENTECOSTÉS?


«Los que son conducidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios»

Rm. 8, 14

La fiesta de pentecostés originalmente se denominaba “fiesta de las semanas” y tenía lugar siete semanas después de la fiesta de los primeros frutos (Lv. 23: 15-21; Dt. 1: 69). Las siete semanas representaban cincuenta días; de ahí el nombre de Pentecostés (cincuenta) que recibió más tarde. Según Ex. 34: 22 se celebraba al término de la cosecha de la cebada y antes de comenzar la del trigo; era una fiesta movible pues dependía de cuándo llegaba cada año la cosecha, pero tendría lugar casi siempre durante el mes judío de Siván, equivalente a nuestro Mayo/Junio. En su origen tenía un sentido fundamental de acción de gracias por la cosecha recogida, pero pronto se le añadió un sentido histórico: se celebraba en esta fiesta el hecho de la alianza y el don de la ley.

Es en este marco de esta fiesta judía, que el autor del libro de los Hechos coloca la efusión del Espíritu Santo sobre los apóstoles (Hch. 2: 1.4). Es a partir de este gran acontecimiento, Pentecostés se convertiría también en la fiesta cristiana de gran trascendencia (Hch. 20: 16; 1 Cor. 1: 68).

Sin embargo, PENTECOSTÉS, es algo más que la venida del espíritu. La fiesta de Pentecostés es una de las celebraciones más importantes del calendario litúrgico, después de la Pascua. En el Antiguo Testamento era la fiesta de la cosecha y, posteriormente, los israelitas, la unieron a la Alianza en el Monte Sinaí, cincuenta días después de la salida de Egipto.

Hay que insistir que, la fiesta de Pentecostés, es el segundo domingo más importante del año litúrgico en donde los cristianos tenemos la oportunidad de vivir intensamente la relación existente entre la Resurrección de Cristo, su Ascensión y la venida del Espíritu Santo.

Es bueno tener presente, entonces, que todo el tiempo de Pascua es, también, tiempo del Espíritu Santo, Espíritu que es fruto de la Pascua, que estuvo en el nacimiento de la Iglesia y que, además, siempre estará presente entre nosotros, inspirando nuestra vida, renovando nuestro interior e impulsándonos a ser testigos en medio de la realidad que nos corresponde vivir.

GRAN BANQUETE PRO ESPAC







La Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe invita al Gran Banquete que se estará llevando a cabo el próximo viernes 10 de junio a partir de las 7:30 p.m. en el Club del Comercio de Pereira. El Bono de apoyo tiene un valor de $10.000 por persona.

Su aporte ayudará a nuestros catequistas para que participen del Congreso ESPAC 2011 que se realizará los días 24, 25, 26 y 27 de junio en la ciudad de Medellín.

¡Gracias por el apoyo, los esperamos!

lunes, 25 de abril de 2011

MENSAJE DE PASCUA DEL PAPA BENEDICTO XVI

"In resurrectione tua, Christe, coeli et terra laetentur". "En tu resurrección, Señor, se alegren los cielos y la tierra"

Queridos hermanos y hermanas de Roma y de todo el mundo:

La mañana de Pascua nos ha traído el anuncio antiguo y siempre nuevo: ¡Cristo ha resucitado! El eco de este acontecimiento, que surgió en Jerusalén hace veinte siglos, continúa resonando en la Iglesia, que lleva en el corazón la fe vibrante de María, la Madre de Jesús, la fe de la Magdalena y las otras mujeres que fueron las primeras en ver el sepulcro vacío, la fe de Pedro y de los otros Apóstoles.

Hasta hoy -incluso en nuestra era de comunicaciones supertecnológicas- la fe de los cristianos se basa en aquel anuncio, en el testimonio de aquellas hermanas y hermanos que vieron primero la losa removida y el sepulcro vacío, después a los mensajeros misteriosos que atestiguaban que Jesús, el Crucificado, había resucitado; y luego, a Él mismo, el Maestro y Señor, vivo y tangible, que se aparece a María Magdalena, a los dos discípulos de Emaús y, finalmente, a los once reunidos en el Cenáculo (cf. Mc 16,9-14).

La resurrección de Cristo no es fruto de una especulación, de una experiencia mística. Es un acontecimiento que sobrepasa ciertamente la historia, pero que sucede en un momento preciso de la historia dejando en ella una huella indeleble. La luz que deslumbró a los guardias encargados de vigilar el sepulcro de Jesús ha atravesado el tiempo y el espacio. Es una luz diferente, divina, que ha roto las tinieblas de la muerte y ha traído al mundo el esplendor de Dios, el esplendor de la Verdad y del Bien.

Así como en primavera los rayos del sol hacen brotar y abrir las yemas en las ramas de los árboles, así también la irradiación que surge de la resurrección de Cristo da fuerza y significado a toda esperanza humana, a toda expectativa, deseo, proyecto. Por eso, todo el universo se alegra hoy, al estar incluido en la primavera de la humanidad, que se hace intérprete del callado himno de alabanza de la creación. El aleluya pascual, que resuena en la Iglesia peregrina en el mundo, expresa la exultación silenciosa del universo y, sobre todo, el anhelo de toda alma humana sinceramente abierta a Dios, más aún, agradecida por su infinita bondad, belleza y verdad.

"En tu resurrección, Señor, se alegren los cielos y la tierra". A esta invitación de alabanza que sube hoy del corazón de la Iglesia, los "cielos" responden al completo: La multitud de los ángeles, de los santos y beatos se suman unánimes a nuestro júbilo. En el cielo, todo es paz y regocijo. Pero en la tierra, lamentablemente, no es así. Aquí, en nuestro mundo, el aleluya pascual contrasta todavía con los lamentos y el clamor que provienen de tantas situaciones dolorosas: miseria, hambre, enfermedades, guerras, violencias. Y, sin embargo, Cristo ha muerto y resucitado precisamente por esto. Ha muerto a causa de nuestros pecados de hoy, y ha resucitado también para redimir nuestra historia de hoy. Por eso, mi mensaje quiere llegar a todos y, como anuncio profético, especialmente a los pueblos y las comunidades que están sufriendo un tiempo de pasión, para que Cristo resucitado les abra el camino de la libertad, la justicia y la paz.

Que pueda alegrarse la Tierra que fue la primera en quedar inundada por la luz del Resucitado. Que el fulgor de Cristo llegue también a los pueblos de Oriente Medio, para que la luz de la paz y de la dignidad humana venza a las tinieblas de la división, del odio y la violencia. Que, en Libia, la diplomacia y el diálogo ocupen el lugar de las armas y, en la actual situación de conflicto, se favorezca el acceso a las ayudas humanitarias a cuantos sufren las consecuencias de la contienda. Que, en los Países de África septentrional y de Oriente Medio, todos los ciudadanos, y particularmente los jóvenes, se esfuercen en promover el bien común y construir una sociedad en la que la pobreza sea derrotada y toda decisión política se inspire en el respeto a la persona humana. Que llegue la solidaridad de todos a los numerosos prófugos y refugiados que provienen de diversos países africanos y se han viso obligados a dejar sus afectos más entrañables; que los hombres de buena voluntad se vean iluminados y abran el corazón a la acogida, para que, de manera solidaria y concertada se puedan aliviar las necesidades urgentes de tantos hermanos; y que a todos los que prodigan sus esfuerzos generosos y dan testimonio en este sentido, llegue nuestro aliento y gratitud.

Que se recomponga la convivencia civil entre las poblaciones de Costa de Marfil, donde urge emprender un camino de reconciliación y perdón para curar las profundas heridas provocadas por las recientes violencias. Y que Japón, en estos momentos en que afronta las dramáticas consecuencias del reciente terremoto, encuentre alivio y esperanza, y lo encuentren también aquellos países que en los últimos meses han sido probados por calamidades naturales que han sembrado dolor y angustia.

Se alegren los cielos y la tierra por el testimonio de quienes sufren contrariedades, e incluso persecuciones a causa de la propia fe en el Señor Jesús. Que el anuncio de su resurrección victoriosa les infunda valor y confianza.

Queridos hermanos y hermanas. Cristo resucitado camina delante de nosotros hacia los cielos nuevos y la tierra nueva (cf. Ap 21,1), en la que finalmente viviremos como una sola familia, hijos del mismo Padre. Él está con nosotros hasta el fin de los tiempos. Vayamos tras Él en este mundo lacerado, cantando el Aleluya. En nuestro corazón hay alegría y dolor; en nuestro rostro, sonrisas y lágrimas. Así es nuestra realidad terrena. Pero Cristo ha resucitado, está vivo y camina con nosotros. Por eso cantamos y caminamos, con la mirada puesta en el Cielo, fieles a nuestro compromiso en este mundo.

Feliz Pascua a todos

CON GRAN ÉXITO SE CELEBRÓ LA SEMANA MAYOR EN NUESTRA COMUNIDAD

Con una masiva participación de los habitantes del Barrio Guadalupe y sectores aledaños, se llevaron a cabo los actos centrales de la Semana Mayor programados por las diferentes comunidades que hacen parte de nuestra Parroquia.

Los feligreses vivieron la pasión, muerte y resurrección de Cristo y compartieron este acontecimiento con toda la solemnidad, respeto y compromiso que inspira esta actividad de la que hacen parte niños, jóvenes, adultos y adultos mayores de diferentes sectores del municipio industrial.

Gracias a todas las personas que trabajaron arduamente para sacar avante esta celebración. Gracias por dedicar parte de su tiempo a Dios y a sus hermanos guadalupanos.